Cómo entender a mi pareja.

El principio básico para entender a nuestra pareja es ponernos en el lugar del otro.  Suena a algo que se dice regularmente pero que no se lleva mucho a la práctica porque realmente no entendemos eso de “ponernos en el lugar del otro” y más cuando nosotros mismos vemos que el otro quizá no se pone en nuestro lugar.

Para empezar lo que más entorpece que en los matrimonios se logre una buena convivencia es pensar que con ser dos ya está formado el vínculo y no se toma en cuenta que es verdad que son dos pero dos seres individuales que llegan con necesidades, con alegrías, con tristezas, con traumas y que es importante que cada uno comprenda la situación personal del otro para lograr entender cuando aparezcan esas reacciones que a veces provocan desconcierto y malestar.

Cuando logramos conectar emocionalmente con quien hemos elegido para compartir toda nuestra vida el camino se hace más fácil pero es importante no olvidar esa conexión emocional y para no llegar a este puntote recomiendo lo siguiente:

  • Mantén la atracción física viva. Lo primero que te llamó la atención al conocer a tu pareja fue su físico, verdad?,  pues te recomiendo tratar de mantener un buen aspecto.  Los años pasan y los cambios físicos llegan pero en cada etapa de la vida podemos ser atractivos para nosotros mismos y para el cónyuge.  Se hace más fácil entender a quién nos luce aún atractivo.
  •  Interactúa con tu pareja a nivel intelectual.  Que nunca falte ese tema que sea de interés para uno y para otro y en este punto ayuda mucho tener actividades en común, como ir al teatro, leer un libro juntos ya que así  se aporta un tema nuevo que tratar.  Se hace más fácil entender a quien comparte con nosotros intereses.
  • Expresa y acepta el cariño del cónyuge.  Puede ser que uno de los dos sea más o sea menos afectivo que el otro, dependiendo de la propia historia, pero si con alguien debe resultar más cómodo recibir y dar cariño es precisamente con quien más confianza tenemos. Cuando damos cariño a extraños lo que estamos haciendo es asumiendo pose mas no siendo sinceros. El cariño real es aquel que se prodiga a partir del conocimiento y de la convivencia.  Se hace más fácil entender con quién compartimos cariño.
  • Habla y escucha a tu cónyuge con el mayor respeto.  Tendemos a respetar a los de afuera pero se nos hace difícil respetar a la persona más importante para nosotros después de Dios.  Habla con tu cónyuge siempre con sinceridad, con respeto y sabiendo que quizá no esté en todo de acuerdo contigo, o tú no estés de acuerdo con lo que tu cónyuge te dice pero si es así trata de respetar su opinión.  Se hace más fácil entender a quién nos muestra respeto.
  • Saca tiempo para actualizarte con tu cónyuge.  Es bueno procurar, por lo menos una vez al mes, hacer una actualización de nuestros días en todos los sentidos.  Contarle al otro qué cosas nos han ocurrido que quizá no hemos comentado, cómo nos hemos sentido y permitir que el otro lo haga igual también.  De novios mostramos interés por todo lo que sucede en la vida del otro pero llegamos al matrimonio y entendemos que no hay nada nuevo que nos pueda interesar y te puedes llegar a sorprender mucho de todo lo que te puedes enterar cuando te sientas a conversar en plan de actualizarte con tu cónyuge.  Quizá lleguen a compartir más de lo que crees.  Se hace más fácil entender a quien se interesa por los nuevos acontecimientos de nuestras vida.
  • Comparte momentos jocosos.  Reírse de uno mismo o compartir bromas y chistes con el cónyuge lleva a relajación y a intimidad.  Se hace más fácil entender a quién nos ha hecho reír aún en momentos difíciles.

Como puedes ver, entender al otro no es tan difícil pero si requiere que lo quieras hacer. Para ponernos en los “zapatos del otro” se hace necesaria una comunicación efectiva y explícita y para que esta comunicación sea de ambas partes es preciso que los dos pongan atención en cada uno de estos fundamentos de convivencia. 

Cuando hay amor todo resulta más sencillo.


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