Cuando calculamos mal en nuestras vidas.
Dos más dos no siempre da cuatro, sobre todo cuando de nuestras vidas se trata.
A casi todos de una manera u otra, nos gustó desde niños soñar despiertos con lo que queríamos construir en nuestro futuro, pero con el paso de los años, cuando retomamos lo que una vez soñamos, nos damos cuenta de que quizá nada resultó. En muchos casos nuestro presente superó para bien la fantasía, pero en otros el resultado ha quedado en negativo en todos los sentidos y entonces nos llega la frustración y de la frustración caemos en profunda tristeza. Si la tristeza fuera a conducirnos hacia un “volver a empezar” sería una tristeza adaptativa en cierta manera, pero una tristeza que se prolonga y que nos hace sentir miserables, entorpece nuestro funcionamiento social, laboral, familiar y espiritual y nos aparta aún más de nuestros objetivos.
Te sugiero en primer lugar, aceptar que las cosas no salieron como habías planificado. La aceptación es el punto de partida para un verdadero reconocimiento de lo que fuimos permitiendo y que terminó obstaculizando algunos logros, que bien pudo ser, establecimiento de metas inapropiadas, falta de voluntad, falta de motivación, inconsistencia, inmadurez emocional, procrastinación, debilidad de carácter y por ahí puede seguir la lista. Lo importante es volver a colocar los números que vas a sumar para que el resultado sea el correcto.
Haz un inventario de las metas u objetivos de vida que no pudiste cumplir y analiza si aún te interesan porque a veces sucede que nos quedamos pendientes de metas incumplidas que no se ajustarían en nada con nuestro presente. En estos casos es mejor actualizar la meta o descartarla si ya no va a cumplir una función en nuestras vidas. El pasado no debe ser ya nuestro estímulo para continuar en nuestra vida presente (Hayes et.al. 1999).
Luego, evalúa las causas que consideras pueden volver a impedir que logres lo que te propones y trabaja en esto. Si por ejemplo, te has dado cuenta de que te faltó voluntad para cumplir metas pasadas debes tomarte el tiempo para trabajarla sabiendo que la fuerza de voluntad es algo que se entrena y que va a requerir un compromiso de tu parte para animarte a mantener tu voluntad firme aún en momentos donde algunas circunstancias te debiliten, sabiendo también que en el camino te puedes equivocar pero que errar es de humanos y que no debes censurarte por eso y sobre todo, evitando ser un mal juez para contigo mismo(a).
Tu eres responsable de tu desarrollo y crecimiento. Procura sentirte siempre orgulloso de quien eres y esto lo lograrás valorando tus decisiones y trabajando contigo mismo para logar tus más grandes anhelos. Nunca es tarde para alcanzar un sueño. ¡Te deseo lo mejor!
necesitounconsejo@hotmail.com
Instagram: @necesitounconsejord
Facebook: Necesito Un Consejo