Lo que soñé y no fue; la idealización de pareja.

Todo lo anterior está relacionado con nuestra autoestima, con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Cuando dejamos que la opinión de otro influya sobre nuestra imagen y esta dependa de esta, entonces decimos que tenemos una autoestima baja. Entonces ¿Qué podemos hacer? Hay que comenzar por cambiar nuestros pensamientos acerca de nosotros mismos, autovalorarnos. Reflexionar sobre nuestras experiencias previas, tanto el tiempo que llevamos solos como el pasado amoroso, que son las dos causas principales de la idealización.

De igual forma también existen personas adictas al amor, a ese disparo de energía que desencadena el enamoramiento, ese estado que es imposible mantener en el tiempo y que, cuando esta termina, produce mucho sufrimiento acompañado de decepción, desánimo, incomprensión, obsesión, desilusión, e incluso puede detonar una depresión.

Asimismo, nuestra pareja experimenta sentimientos encontrados con respecto a sentirse idealizado, esto carga enormemente a esta ya que el idealizador tiene unas expectativas sobre la relación que la pareja no podrá cumplir. Cualquier error, por pequeño que sea, será percibido como una enorme traición o sentir que esa persona nos ha fallado.

Siempre ten presente que para tener una relación sana con nuestra pareja lo primero que tiene que haber es amor propio, tener una buena relación con uno mismo. Entendamos que a las personas, incluyéndonos nosotros mismos, hay que quererlas con sus defectos incluidos, nadie es perfecto. Tal como nos dice Walter Riso: “Amar a una persona tal y como es, es mucho más placentero y saludable que hacerlo de una persona “inventada” por nosotros mismos”.

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