La gran mayoría, tanto hombres como mujeres, se casa entre las edades de 25 a 34 años que es cuando comienzan a pensar en su futuro y se presenta el deseo establecerse, más que en el aspecto económico, en el aspecto de pareja. Se busca compartir y construir los mismos proyectos e ideales futuros con otra persona. Implica, además, la posibilidad de ser padres y del complementarse y completarse. Lo que se construye entre ambos es un espacio psicológico común (con proyectos de pareja).   

Establecer una pareja exige el establecimiento de un compromiso con el otro, es decir, renunciamos a otras alternativas de pareja. Esto no quiere decir pasar por alto la individualidad, más bien, se trata de negociar, de construir la identidad de pareja con respecto a un proyecto común y su realización; hay una fusión de identidades.   

Entonces, ¿cómo saber si tu relación de pareja está preparada para el siguiente nivel? Una relación madura debe tener:   

•    Capacidad de sentir culpa, preocupación y el deseo de reparar las actitudes agresivas. Significa que predominan los sentimientos amorosos por sobre los agresivos. La pareja se hace cargo de sus propios conflictos y no los ventila con los demás.   

•    Capacidad de entablar relaciones duraderas, donde hay una apreciación de la pareja y no hay una tendencia explotadora (dominado-dominador), sino cooperación.   

•    Tener una escala de valores, asumiendo la responsabilidad ética del compromiso que se establece con el otro.   

•    Integración de la sexualidad al vínculo amoroso; se reconoce y respeta al otro conjuntamente y se busca la felicidad y el placer en este.