¿Soy adicto (a) a la tecnología (a)?
En estos tiempos concebir la vida sin un teléfono inteligente o sin Internet es prácticamente imposible y es que en nuestro diario vivir ya queda incorporado este uso por defecto.
Son muchas las ventajas que ofrece la tecnología como medio informativo y de comunicación, así como de herramienta de trabajo en casi todos los campos de empleo, pero, una cosa es contar con estas herramientas y hacer uso adecuado de ellas y otra muy distinta es que estas herramientas pasen a tomar control de nuestro tiempo y por consiguiente, de nuestras vidas.
Cuando denominamos a una persona “adicta al teléfono”, cuyo uso abarca desde su función principal como teléfono que es comunicarse hasta la navegación por Internet, es porque nos estamos refiriendo a una persona que ha perdido el control sobre una conducta que era en un inicio placentera pero que luego, necesita ejecutarla para evitar el malestar que le provoca no hacerlo.
Una adicción no se da únicamente por los efectos químicos de ciertas sustancias; una adicción se establece desde el momento que existen factores predisponentes o de vulnerabilidad que facilitan una cadena de conductas que impiden a la persona actuar con libertad de decisión y por lo cual sus intereses y obligaciones pasar a estar en descuido.
¿Cómo podemos identificar si somos adictos a la tecnología o no?
- Cuando se confirma que estamos aislados de los seres con quienes anteriormente disfrutábamos estar (familia, pareja, amistades cercanas).
- Cuando hay privación del sueño (mas de 5 horas), para estar conectado al equipo o aplicación tecnológica.
- Cuando el uso de la tecnología (televisión, móviles, juegos. chatrooms, Whatsapp,etc.) pasa a ser la prioridad en la persona.
- Cuando la persona se vuelve irascible, intolerante. Discute con facilidad y no entiende razones.
- Cuando se recurre al engaño y a la mentira como forma de encubrir las conductas asociadas a la adicción.
- Cuando se siente euforia y activación anómalas cuando se está frente al equipo proveedor del servicio.
Tanto en los casos de conducta adictiva a la tecnología como en los casos de Ludopatía (adicción patológica a los juegos de azar y las apuestas) y otras adicciones de conducta, se refuerza la gratificación inmediata. Las distintas aplicaciones y herramientas refuerzan estructuras impredecibles y variables del placer. Por esto su capacidad adictiva.
Lo importante a saber también es, que no todos los que utilizan la tecnología están en riesgo de caer bajo el control de la misma. Las personas que tienen mayor riesgo de ser controladas por el uso de la tecnología (televisión, juegos, móviles, etc) son aquellas que presentan:
- Dificultad para enfrentar situaciones conflictivas o problemas.
- Baja autoestima.
- Falta de control de los impulsos.
- Episodios depresivos o disfóricos.
- Interés por las emociones fuertes.
Si te has identificado con esta conducta es importante que trates de entrar en una zona de autocontrol mediante técnicas como las siguientes:
- Imponte a ti mismo un tiempo límite de uso de la tecnología cuando estés fuera del ambiente laboral.
- Fomenta las relaciones sociales.
- Realiza actividades saludables (caminar, leer, arreglar tu ambiente, etc.)
- Desarrolla actividades en grupos.
- Fomenta la comunicación con tus seres queridos.
La decisión es tuya. Para ser libres de cualquier adicción lo primero es, reconocer que somos controlados por esta actividad o sustancia y luego tener la voluntad de dar el primer paso para tomar el control de nuestras vidas. Nada con exceso es la mejor afirmación que puedes regalarte cada mañana. Si ves que tu mismo no puedes auto-controlarte, acude a terapia.