Tomando decisiones correctas
La vida se trata de tomar decisiones todos los días y en todo momento. Desde que despertamos empezamos con pensar si nos levantaremos de inmediato o si nos quedamos un rato mas en la cama. Una u otra decisión va a traer sus consecuencias y esta será buena o no tan buena dependiendo de lo que tenemos planificado para el día. Si debo ir a cumplir con trabajo o una cita ya establecida quedarnos mas tiempo en la cama no nos permitirá cumplir con puntualidad y esto a su vez tiene sus implicaciones. A esto me refiero con consecuencias.
Este ejemplo que puse, es un ejemplo sencillo pero que si lo trasladamos a diferentes contextos , en lo personal, en lo familiar, en lo laboral, en lo sentimental, podemos darnos cuenta que muchos de los errores que a diario cometemos, bien podríamos evitarlos.
Hay decisiones sencillas y fácilmente medibles en lo que a resultados se refiere pero hay otro tipo de decisiones que son las que nos causan temor o por lo menos inseguridad; esas desiciones frente a las cuales a veces nos paralizamos. A este tipo de decisiones es que muchas personas le huyen porque saben que mucho de su futuro está puesto en riesgo pero creanme que con evitar tomar la decisión ya estamos tomando una y es la de dejar todo como está o dejar en manos de otros la acción a tomar y también esto trae sus consecuencias.
Cuando un nuevo reto se nos presenta en la vida y queremos tomar una buena decisión que nos permita salir airosos de la situación sin enfrentar dificultades lo recomendable es lo siguiente:
1- Trazar primeramente el objetivo que queremos lograr reuniendo toda la información que podamos relacionada con el punto en cuestión. Es bueno que en este primer paso recordemos que la prisa no resulta ser muy buena aliada (a menos que de la prisa dependa una solución), que una buena decisión requiere de tiempo y planificación.
2- Luego del objetivo trazado buscar concentrarse en lo que es verdaderamente importante.
3- Considerar todos los elementos tanto objetivos como subjetivos para hacer un mejor análisis de la situación y las posibles acciones que se deben o pueden llevar a cabo.
4- Buscar otra u otras opiniones. En la Biblia, en Proverbios 19:20 nos dice “Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez”. Algunas veces queremos mantener la situación problema muy para nosotros pero siempre hay alguien en quien podemos confiar y con mayor experiencia que nos puede dar una buena orientación.
5- Presenta en tu mente varias opciones y con esas opciones analiza las posibles consecuencias. Verás que este punto te servirá de mucha ayuda.
6- Y por último, toma una decisión. Así sea la de no tomar ninguna acción siempre es importante defender para nosotros mismos lo que mejor consideramos.
Lo importante es que seas y te sientas responsable del camino que escogiste para dar solución a un problema o situación. Cuando no nos responsabilizamos terminamos culpando a otros de lo que nos sucede y esto no es justo. Ser responsables de nuestras vidas nos fortalece en la madurez. No dejes en manos de otros lo que te corresponde a ti.
Como nota final y muy particular recomiendo presentar ante Dios cualquier situación en la que tengamos que tomar una decisión. Los que tenemos esta creencia sabemos que con lo con Dios inicia jamás termina mal.